En la Planta de Limón, había una gran cantidad de insectos y de todos ellos el más sufrido era Efraín, todos se burlaban de él por su torpeza, su timidez y porque se asustaba fácilmente, y él tenía que aguantar sus burlas constantemente.
Un día, ya harto de sus risas, decidió irse de la Planta de Limón, y por la madrugada, cuando todos dormían se fue, voló dos horas seguidas y llegó al puerto, donde escogió un barco y se refugió en el camarote de el capitán. Pasó muchas dificultades en el barco, pero consiguió afrontarlas todas pensando en que tenía que ser fuerte. Cuando el barco llegó a su destino, el puerto inglés de Liverpool Efraín bajó y descubrió los sitios más increíbles que había visto en toda su vida
Mientras tanto, en la Planta de Limón, todos se arrepentían de no haberlo tratado mejor, sobre todos sus familiares, lamentándose de que era muy joven y siempre se burlaban de él, y decían que habían sido unos injustos. Hasta que un día ocurrió un milagro, todos los bichos se habían trasladado hasta un bar para ver el partido de Inglaterra contra Argentina, y en el segundo tiempo el árbitro pitó un penalti a favor de los ingleses, cuando iba a tirar los bichos vieron en primer plano a..¡Efraín!, estaba esperando a que tirase, tiró y justo cuando le dio a la pelota Efráin clavó su aguijón su mejilla y falló el penalti, pero le dio un manotazo y murió aplastado, todos los insectos salieron del bar desconsolados, pero desde ese día fue recordado como un gran héroe y, todos los insectos que nacieron en esa temporada, se llamaron Efraín.
