Mientras que el héroe PÃo-Pa volaba por valles, ciudades, montañas... El prisionero empieza a pensar y a pensar, y piensa que pasarÃa si el pequeño pajarito no llegara a tiempo, él no habÃa hecho nada y no serÃa justo que lo mataran, y, aunque lo mataran, querÃa morir habiendo luchado, por su libertad y también porque él, era inocente.
Asà que, lo primero que se le ocurre es escaparse, con un poco de astucia e inteligencia podrÃa escaparse de la prisión, ir a el pueblo dónde vive su amada, en la casita azul y blancal y viajar juntos hasta dónde haga falta para que no le encontrasen. Si tenÃa la suerte de escaparse sano y salvo, cuando llegarÃa a la casa de Josefina, seguramente se encontrarÃa allà a PÃo-Pa, o también se los podrÃa encontrar por el camino, asà que si PÃo-Pa querÃa, podrÃa irse con ellos.
Asà que, lo primero que se le ocurre es escaparse, con un poco de astucia e inteligencia podrÃa escaparse de la prisión, ir a el pueblo dónde vive su amada, en la casita azul y blancal y viajar juntos hasta dónde haga falta para que no le encontrasen. Si tenÃa la suerte de escaparse sano y salvo, cuando llegarÃa a la casa de Josefina, seguramente se encontrarÃa allà a PÃo-Pa, o también se los podrÃa encontrar por el camino, asà que si PÃo-Pa querÃa, podrÃa irse con ellos.
Mientras, el pequeño gorrión descansaba sobre una rama, después de un duro dÃa, y preparándose para echar a volar dentro de unos segundos.
El prisionero ya lo habÃa planeado todo, se escaparÃa por la ventana, por esa ventana de rejas espesas que habÃa en su celda, la que no dejaba pasar la luz, y quitarÃa los tornillos con el tenedor que le tiraban todos los dÃas al suelo acompañado de un poco de estofado frÃo, tendrÃa que tener bastante fuerza para quitarlos, y además no sabÃa cuánto podrÃa aguantar el tenedor.
Al final, con bastante esfuerzo consiguió quitar los tres primeros, ya no podÃa más, pero solo quedaba el último, solo un tornillo para volver a su libertad, de pronto, oyó un ruido al final del pasillo, serÃa el guardia que venÃa a supervisarlo todo, todas las noches, ¡tenÃa que darse prisa!, ya casi estaba quitado, pero el guardia estaba muy cerca, demasiado cerca, con el último esfuerzo ya, Miguel quitó la pequeña ventana, salió, y echó a correr, casi sin fuerzas, y al mismo tiempo con una inmensa alegrÃa.
El prisionero querÃa darse mucha prisa, querÃa llegar antes de que se dieran cuenta en la prisión de que se habÃa fugado, corrió tanto que sin darse cuenta iba al mismo ritmo que el gorrión, aunque por distintos caminos, algunas veces se quedaba bastante atrás, pero volvÃa a recuperar terreno. Al final, llegaron los dos al mismo tiempo a Orihuela, y el prisionero le explicó a Josefina toda la historia, y ella se quedó de acuerdo en seguida, preparó la poca comida que tenÃa para el viaje y también un poco de ropa limpia para el bebé, se montaron en el coche, al final todo les salió bien, y vivieron bastantes aventuras, por cierto, al final PÃo-Pa fue la mascota de la familia.
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