viernes, 14 de diciembre de 2012
Resumen del "Principe Feliz"
En una ciudad, había una gran estatua del Príncipe Feliz, estaba adornado con rubíes y joyas, pero sobre todo, lleno de tristeza.
Un día, una golondrina paso por allí camino de África para resguardarse del frío, y paró a descansar a los pies de la estatua, a la golondrina le empezaron a caer gotas de agua, le extrañó mucho porque era de noche y el cielo estaba lleno de estrellas, estuvo apunto de resguardarse en otra casa, pero se dio cuenta de que era el Príncipe Feliz el que estaba llorando.
El príncipe le contó su historia, se trataba de que cuando era una persona (un príncipe de carne y hueso) no veía la miseria que había en su ciudad, por lo altos que eran los muros de su castillo, pero ahora que era una estatua y estaba tan alta, lo veía todo, los mendigos, las vendedoras ambulantes que no vendían nada, los niños enfermos...
La golondrina estuvo varios días llevando las joyas del príncipe con las que estaba adornado a las personas más necesitadas de la ciudad, pero llegó un día en que la golondrina se tuvo que ir, pero no a África, si no al cielo, porque no pudo soportar más las nevadas y el frío del invierno.
Cuando el alcalde de la ciudad pasó por delante de la estatua y la vio sin joyas ni nada mandó derribarla para poner una suya en su lugar. Los trabajadores cuando estaban derritiendo la estatua, se dieron cuenta de que su corazón no se derretía de ninguna de las maneras y fue a la basura junto con el cuerpo de la golondrina, que también habían tirado.
Cuando Dios mandó que le trajeran las dos cosas más bonitas de la ciudad, le trajeron el corazón de plomo de la estatua y la golondrina, el dijo que habían elegido bien porque la golondrina y el Príncipe Feliz vivirían felices en su palacio.
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